TOMAS ESPINA
Sin lugar bajo el sol
...Entre vosotros y en los demás pueblos, apenas habéis adquirido el uso de las letras y de todas las cosas necesarias a los Estados, cuando terribles lluvias, a ciertos intervalos, caen sobre vosotros como un rayo, y sólo dejan sobrevivir hombres iliteratos y extraños a las musas; de manera que comenzáis de nuevo, y os hacéis niños sin saber nada de los sucesos de este país o del vuestro, que se refieran a los tiempos antiguos.
Platón. Timeo o sobre la Naturaleza.
¿Permanece entre nosotros la dimensión ética de la violencia en el acto revolucionario?
En el polí(p)tico de Tomás Espina no se trata de representar el pasado, sino del despliegue en la superficie de una visualidad anárquica que acepta la carencia de la posibilidad narrativa. Esta última no es posible porque solo puede constituirse desde la aceptación de la derrota, del exilio definitivo, de determinar la jerarquía de los signos, de aceptar un campo de fuerza que atraiga y, a la par, ordene los propios deseos quebrados por la hegemonía. Para representar el pasado es necesario aceptar el tiempo y lugar donde la historia se detuvo,porque la afirmación de ese instante habilita la posibilidad de la imagen condensadora. Espina, por el contrario, construye otra posibilidad: las imágenes de la vida personal, activas en lo colectivo, se despliegancomo si fueran apareciendo en la mente durante una ceremonia ritual con plantas de propiedades enteógenas. Desde la búsqueda personal de otro lugar puede reconstituirse el nexo entre lo cotidiano y lo sagrado: la revolución es la posibilidad de ver aquello no dado. No puede construirse desde las palabras –desde la ideología– porque su orden ya no es el de la síntesis ni el de las formas precisas, solo puede entenderse desde la emoción de la propia biografía. Espina piensa las revoluciones como una cosmogonía, el origen de otro universo (en este aspecto se emparenta con lo surreal americano de Roberto Matta). Así, la creación artística no es simple representación: ordena el caos de lo visible. De las ruinas surgirá el mundo nuevo, con su vitalidad no controlada por poder alguno.
Seguir leyendo. Texto de Roberto Amigo, curador.
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Carbonilla, pintura uretano, yodo, témpera, óleo, pólvora, raíz de timbó, arcilla roja, clavos de cobre, sobre foamboard. 370 x 1250 cm. 2022
Centro Cultural Matta. Embajada de Chile en Buenos Aires. Argentina. Diciembre 2022
Curaduría: Roberto Amigo